Elaborado a la manera de una entrada seguida de siete descensos, Mina de sombra de Adela Busquet es un libro de poemas basado en registros orales que recogen algunos episodios decisorios de la reciente historia suramericana. Ingresando por la bocamina Zoilamérica, el libro recorre diferentes espirales del habla: desde los testimonios de mujeres esterilizadas durante la última década del siglo pasado en Perú hasta los recientes acontecimientos en noviembre de 2019 en Bolivia. Más allá de los acaeceres que recupera, Mina de sombra es ante todo una tentativa por hacer de la lengua, en su irreductible potencia, un testimonio vivo de nuestra historia.
COMENTARIOS SOBRE EL LIBRO
Tal como lo hiciera en los albores de la conquista Felipe Guamán Poma de Ayala en su Primer nueva crónica y buen gobierno, también conocida como Carta al Rey, donde bajo la forma de una misiva de mil cuatrocientas páginas dirigida a Felipe III, se va trazando a través de una escritura híbrida la despiadada crónica del mundo conquistado; Mina de sombra, el extraordinario primer libro de Adela Busquet, se abre como un gran poema coral en el cual comparecen múltiples hablas; desde las jergas propias del altiplano de Bolivia y Perú, hasta el quechua, pero no como un simple ejercicio de estilo (como tampoco lo era para Guamán Poma), sino como un testimonio de las zonas más arrasadas, tumefactas y heridas de nuestro continente indoamericano, donde la extrema violencia y los abusos de un sistema social que perpetúa hasta el presente la barbarie y la opresión que significó la conquista, nos muestra que las huellas de su crueldad no solo le atañen a una región en particular sino que trágicamente levantan un retrato de la humanidad entera. Esa originalidad y urgencia; su vastedad, su audacia, su ambición artística, es lo que hace de Mina de sombra un libro fundamental que nos atañe y nos interpela en primer lugar como lectores de poesía, vale decir, como custodios del corazón sangrante de la escritura. Como es sabido, la Carta al Rey de Guamán permaneció extraviada por 300 años y fue hallada recién en 1906 en uno de los estantes en la Biblioteca Real de Dinamarca. Ningún rey escuchó su llamado y las consecuencias de ese extravío nos pesan hasta ahora. De nosotros depende que esta obra maestra que aquí nos entrega Adela Busquet no se extravíe y que los seres y las lenguas que aquí comparecen encuentren también su destino común para conquistar desde allí el sueño aún no resuelto de un nuevo Nuevo Mundo. —Raúl Zurita
Elaborado a la manera de una entrada seguida de siete descensos, Mina de sombra de Adela Busquet es un libro de poemas basado en registros orales que recogen algunos episodios decisorios de la reciente historia suramericana. Ingresando por la bocamina Zoilamérica, el libro recorre diferentes espirales del habla: desde los testimonios de mujeres esterilizadas durante la última década del siglo pasado en Perú hasta los recientes acontecimientos en noviembre de 2019 en Bolivia. Más allá de los acaeceres que recupera, Mina de sombra es ante todo una tentativa por hacer de la lengua, en su irreductible potencia, un testimonio vivo de nuestra historia.
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Tal como lo hiciera en los albores de la conquista Felipe Guamán Poma de Ayala en su Primer nueva crónica y buen gobierno, también conocida como Carta al Rey, donde bajo la forma de una misiva de mil cuatrocientas páginas dirigida a Felipe III, se va trazando a través de una escritura híbrida la despiadada crónica del mundo conquistado; Mina de sombra, el extraordinario primer libro de Adela Busquet, se abre como un gran poema coral en el cual comparecen múltiples hablas; desde las jergas propias del altiplano de Bolivia y Perú, hasta el quechua, pero no como un simple ejercicio de estilo (como tampoco lo era para Guamán Poma), sino como un testimonio de las zonas más arrasadas, tumefactas y heridas de nuestro continente indoamericano, donde la extrema violencia y los abusos de un sistema social que perpetúa hasta el presente la barbarie y la opresión que significó la conquista, nos muestra que las huellas de su crueldad no solo le atañen a una región en particular sino que trágicamente levantan un retrato de la humanidad entera. Esa originalidad y urgencia; su vastedad, su audacia, su ambición artística, es lo que hace de Mina de sombra un libro fundamental que nos atañe y nos interpela en primer lugar como lectores de poesía, vale decir, como custodios del corazón sangrante de la escritura. Como es sabido, la Carta al Rey de Guamán permaneció extraviada por 300 años y fue hallada recién en 1906 en uno de los estantes en la Biblioteca Real de Dinamarca. Ningún rey escuchó su llamado y las consecuencias de ese extravío nos pesan hasta ahora. De nosotros depende que esta obra maestra que aquí nos entrega Adela Busquet no se extravíe y que los seres y las lenguas que aquí comparecen encuentren también su destino común para conquistar desde allí el sueño aún no resuelto de un nuevo Nuevo Mundo. —Raúl Zurita