Milo está seguro de saber a qué reino pertenecen los pájaros.
Por eso, apenas escucha la pregunta, levanta la mano,
saca pecho y hasta toma envión para responder.
Mientras espera que lo elijan, recorre su respuesta de punta a punta.
Milo está seguro de saber a qué reino pertenecen los pájaros.
Por eso, apenas escucha la pregunta, levanta la mano,
saca pecho y hasta toma envión para responder.
Mientras espera que lo elijan, recorre su respuesta de punta a punta.